Luego de que los propios trabajadores y trabajadoras de IMPA (Industria Metalúrgica y Plástica Argentina) recuperaran la fábrica en 1998 —por ese entonces en situación de quiebra—, y lograran sacarla adelante lentamente, una de los aspectos más impactante que vivieron fue la reactivación de las máquinas, y con ello, del trabajo.
Oracio Campos (así, sin H), primer presidente de IMPA como empresa recuperada, en una de las tantas charlas con el Museo IMPA recordaba una y otra vez: «cuando entré y sentí las máquinas que andaban, me agarró una emoción que me quedé parado ahí… ¿cómo? ¡si la teníamos perdida la fábrica! ¡otra vez el ruido!”
Ese ruido fabril que revitalizaba a los trabajadores era también parte de la identidad barrial, como cuenta Ana María, vecina, coordinadora del Centro de Jubilados Dulces Encuentros y amiga de IMPA: «tenía incorporado el ruido de las máquinas como tenía incorporado el tren. Era algo como que te acompañaba, lo mismo que la sirena de la fábrica».
Hoy, los trabajadores y trabajadoras de IMPA continúan adelante con la producción fabril tras muchos años de lucha, incorporando a su historia de mas de 80 años, a trabajadores/ras de la cultura y de la educación.
Quizás, no sea casual que el «Día de la Industria» se haya establecido en 1941, el mismo año en que el antiguo establecimiento Lienau, Sueiro y Grech Soc. Resp. Ltda. pasara a llamarse IMPA, bajo el lema «Una industria al servicio de la Patria».
A modo de ilustrar aquella época tomamos prestado el link de DIFILM (http://www.difilm-argentina.com) que corresponde a la exposición industrial de 1942, de la que IMPA formó parte. Que lo disfruten!
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